El año 2020 (y lo que transcurre del 2021) fue un año trágico para la humanidad.

El turismo se detuvo, la actividad económica (especialmente para Argentina) decayó enormemente. El aislamiento entre seres queridos fue muy fuerte. Muchos familiares y amigos partieron al más allá.

Pero, por suerte, la madre Naturaleza pudo recuperar algo de aliento. También hubo dedicación a esas ¨cosas para las que nunca hay tiempo¨, dando lugar a intimidad familiar, a remodelar cosas en casa y en bodega BURBUJAS DE ALTURA, a degustar vinos en privado (más de lo necesario a veces), a mejorar el jardín de la bodega, y a ocuparse de tantas cosas más.

También tuvimos la oportunidad (la bodega) a mayores ventas en otros lugares de Argentina, teniendo mayor presencia, ¨aceitando¨ el sistema de fletes y entrega en otras provincias y realizar ¨degustaciones on line¨, accediendo a lugares impensables, pero que pudo resolver la continuidad de la vida y sus relaciones entre la gente.